Este miércoles al mediodía se llevó a cabo la reunión conjunta de las comisiones de Legislación General y del Trabajo, y de Asuntos Constitucionales para tratar una vez más de definir cuáles serán las propuestas para modificar o derogar la ley que creó la Caja de Seguridad Social para Abogados de la Ciudad de Buenos Aires (CASSABA) que llegarán al recinto.
Estuvieron presentes en la reunión el presidente de la Comisión de Legislación General y del Trabajo, Jorge Enríquez; el presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales, Enrique Olivera (Coalición Cívica); y los diputados Santiago de Estrada, Oscar Zago (Juntos por Buenos Aires), Fernando Caeiro (Coalición Cívica), Roberto Destéfano, Marcelo Godoy (Compromiso para el Cambio), Pablo Failde (Convergencia) y Miguel Talento (Frente para la Victoria). El diputado Rubén Devoto (Frente para la Victoria) optó por hacer lo que hace siempre que se trata este tema: pasó temprano, firmó el libro y se fue.
Como lamentablemente ya es costumbre, hubo fuertes y reiterados cruces entre los abogados que comparten la oposición a CASSABA (liderados por el presidente del Colegio Público de Abogados, Jorge Rizzo), y los abogados que creen necesaria la continuidad de la Caja.
La media hora dispuesta por el Reglamento Interno de la Legislatura porteña para la realización de manifestaciones por parte de los vecinos que quieran hacerlo, se triplicó pese a los esfuerzos de Enríquez para encauzar la discusión.
Insultos van, insultos vienen; denuncias van, denuncias vienen; la Sala de Intersecretarías volvió a parecerse a un campo de batalla o bien a una cancha de fútbol donde se pelean los barra bravas del mismo equipo.
Luego de dos intervenciones en defensa de CASSABA, Rizzo comenzó abogando por la conciliación de las partes pero no le duró sólo unos minutos esta actitud. Luego aseguró: “Nuestra bandera tiene dos franjas celestes y una blanca, peleamos porque se respecte la Constitución nacional. Nuestra bandera no es roja, ni tiene hoces, ni es la bandera de Estados Unidos. Nosotros trajimos las firmas de 14.000 abogados que se oponen a CASSABA, dónde están las firmas de los que están a favor”.
Después de destacar la constante presencia del tesorero de CASSABA, Pedro Kesselman en las reuniones que se llevaron a cabo por este tema, Rizzo preguntó: “¿Por qué no viene (Hugo) Germano? ¿Dónde está el Presidente de CASSABA? ¿Tiene miedo? ¿No sabe contestar?”.
Además, aclaró que apoyan el proyecto que está impulsando De Estrada pero que seguirán peleando en la Justicia para que la ley se declare inconstitucional. Para terminar su alocución (luego siguió hablando, gritando, aplaudiendo y retando pero no con el uso de la palabra), Rizzo señaló: “El cielo clama Justicia”.
Fue en ese momento donde Enríquez y Caeiro se miraron como quienes tienen ganado el cielo, ya que ellos votaron en contra de la norma cuando fue sancionada y continúan manteniendo esa posición que, seguramente, se plasmará en un despacho de minoría que pedirá la derogación de la Ley 1181.
A continuación, Kesselman volvió a defender la Caja. “Actualmente hay 44.000 aportantes y fueron muchos más de 14.000 los abogados que concurrieron voluntariamente a censarse en CASSABA”. Asimismo, criticó el borrador que circula del despacho que promueve De Estrada porque “está lleno de contradicciones y consagra la futura muerte de CASSABA”.
Fueron varios los oradores que prosiguieron en medio de gritos, abucheos, cánticos e insultos desde y para ambos grupos. La situación se puso aún peor cuando Horacio Acevedo, ex presidente de la Asociación de Abogados de la Ciudad, empezó a referirse a las denuncias contra Rizzo por haber hecho un gesto nazi durante una reunión de la Asamblea de Representantes del Colegio Público. Fue Enríquez quien tuvo que pedir orden otra vez para poner fin a los agravios.
Luego de la última oradora, vicepresidenta del Colegio, Laura Calógero -quien se comprometía a redondear al mismo tiempo en que Rizzo le decía: “Vos seguí, vos seguí”-, se pidió que se dejara solamente en el salón a diputados y asesores. Unos cuantos minutos después, se levantó la reunión porque faltaba un diputado que fuera miembro de la Comisión de Asuntos Constitucionales para poder tener el quórum suficiente para firmar los despachos que, hasta el momento, seguirían siendo tres: dos por la voluntariedad (De Estrada y otros; y Destéfano y otros) y uno por la derogación (Enríquez-Caeiro).
Lo cierto es que este tema atraviesa los bloques. Sin ir más lejos, en el bloque Juntos por Buenos Aires conviven las tres posiciones que se plantean en las comisiones, ya que se encuentran De Estrada, Enríquez y Zago (acompaña la posición de Destéfano). Más allá de un tema de cumplimiento del reglamento, la reunión fracasó por una evidente falta de consenso que no sólo atañe a los abogados sino también a los legisladores.