LA NACION
Por Angeles Castro
30-08-07
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Según los autores, regirá para edificios nuevos, pero hay dudas sobre su alcance
La Legislatura porteña se apresta a aprobar hoy una ley que ordena que las viviendas de los encargados de edificios deberán tener un dormitorio más que el que poseen actualmente en los inmuebles de más de 15 unidades o que superen los 800 metros cuadrados. Y la polémica amenazaba anoche con llegar al recinto de sesiones: si bien los defensores del proyecto aseguran que la exigencia sólo regirá para los edificios por construirse, hay quienes sostienen que también recaerá sobre los ya existentes.
La cuestión podría quedar zanjada hoy mediante la incorporación de un artículo que diría aproximadamente: "Lo dispuesto rige para las construcciones por realizarse con posterioridad a la entrada en vigor de la presente ley". Así lo confirmó al cierre de esta edición a LA NACION uno de los impulsores de la iniciativa, Juan Manuel Olmos (Frente para la Victoria).
Sucede que el texto por votarse no exceptuaba explícitamente, hasta ayer, a las viviendas de los encargados en edificios ya erigidos. Por eso la alarma cundió entre los dueños de departamentos: serían muy altos los costos que deberían afrontar si la nueva exigencia los obligara a reformar las unidades de portería con las que han contado históricamente.
"Se viene otra erogación encubierta que tendrán que afrontar los propietarios e inquilinos de departamentos de más de 15 unidades en la ciudad. Tendrán que invertir en obras para adecuar sus propiedades", denunció también ayer el diputado Fernando Caeiro (Coalición Cívica), que pidió que el proyecto -que reforma el Código de Edificación- vuelva a comisión.
Tal vez la recepción de la noticia haya sido negativa porque llegó cuando los vecinos todavía no superaron el temor generado por el decreto de Jorge Telerman, luego suspendido, que había aumentado el impuesto inmobiliario entre un 50 y un 230 por ciento.
Incluso, entre los considerandos de la iniciativa figura otro punto que se prestó a confusión: "Se considera necesaria e imprescindible la ampliación" de las viviendas de los encargados, "elevando el metraje [total] de 30 m2 a 40 m2 e incorporando un dormitorio", señala.
Pero Olmos aclaró: "De ninguna manera corre la modificación para los edificios ya construidos. Las normas de planificación no se pueden aplicar con retroactividad. El requisito será para las futuras obras. Si no queda claro, me comprometo a agregar un artículo".
El espíritu de la ley reside en mejorar las condiciones laborales de los porteros, que, en muchos casos, viven con una esposa y varios hijos sin comodidades en un ambiente y un dormitorio. ¿El beneficio será, entonces, sólo para los trabajadores que ingresen como empleados en edificios por construirse?
"Sí -respondió Olmos-. Debería ser para todos, pero tendría costos que no podemos imponer a los vecinos. Quiero llevar tranquilidad."
El proyecto que hoy debatirán los diputados en segunda lectura -ya lo aprobaron una vez y luego fue sometido a audiencia pública, con opiniones positivas- también ordenará que la vivienda del encargado "no debe ser de menor tamaño que la unidad funcional mínima ni puede tener más ambientes que la unidad funcional de mayor tamaño".
Esta cláusula también se agregará hoy, a pedido del Consejo Profesional de Arquitectura, indicó a LA NACION Juan Felipe Manavella, director de la Comisión de Planeamiento Urbano de la Legislatura, que emitió un despacho favorable sobre la iniciativa de Olmos.
Manavella, que es abogado, también insistió en que la norma "no se puede aplicar con retroactividad".
jueves, 30 de agosto de 2007
Polémica por una ley que amplía la superficie de las casas para porteros
Tema:
Prensa
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